¿Qué tipos de cálculos existen?
¿Qué tipos de cálculos existen?
Los tipos más habituales de cálculos urinarios son los siguientes:
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Oxalato cálcico. Los cálculos de calcio son los más habituales, y los que son mixtos de oxalato cálcico y fosfato cálcico son por mucho los más frecuentes, hasta un 65% de los cálculos analizados. Tanto el oxalato como el calcio son compuestos corporales naturales, y se eliminan por la orina. Allí, sometidos a una serie de procesos, entre los que se incluyen el beber líquidos inadecuadamente poco o consumir un exceso de alimentos ricos en calcio se combinan para producir cristalitos insolubles de oxalato cálcico, que luego se agregan y forman los cálculos que todos conocemos. En su formación influye la herencia, puesto que se sabe que los hijos de los formadores de estos cálculos tienen más facilidad para formarlos, y las costumbres del paciente, sobre todo sus costumbres alimenticias.
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Fosfato cálcico. Bastante frecuentes como los anteriores, sobre todo en cálculos mixtos, aparecen como componente puro en menor proporción. Asimismo, el fosfato también es un componente habitual de la orina y del organismo. Es típica la deposición de cristales de fosfato cálcico en las partes del aparato urinario donde exista lentitud en el paso de la orina o remanso de la misma, y en algunas enfermedades especiales como la acidosis tubular renal.
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Ácido úrico. Aparece en un 10% de los casos. El ácido úrico es un producto de desecho, consecuencia del metabolismo de ciertos alimentos como las carnes rojas, las vísceras de animales o el alcohol, entre otros; y se elimina por la orina. Si la orina se hace ácida, pueden formarse arenitas o cálculos de ácido úrico. Es característico que estos cálculos no se pueden ver en las radiografías habituales (se precisan radiografías con contraste o ecografías) y que muchas veces se asocian a dietas muy inadecuadas por parte del sujeto que los padece. Por el contrario, se pueden llegar a disolver en el interior del cuerpo con una medicación adecuada.
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Estruvita. También se llaman de Fosfato amónico magnésico, y están causados por unas infecciones especiales, constituyendo más o menos el 15% de todos los casos. Crecen muy deprisa y tienen una forma similar a la de los corales marinos por lo que también se llaman coraliformes. Son los cálculos más peligrosos de todos, incluso pueden destruir el riñón donde asientan; además no suelen causar cólicos nefríticos, sino síntomas de infección.
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Cistina. La cistina es un compuesto normal del cuerpo que habitualmente es muy insoluble y no se excreta por la orina. Sin embargo, en algunas enfermedades de nacimiento se eliminan grandes cantidades de cistina por la orina y se crean cálculos de este compuesto. Suelen aparecer en la infancia con cierta infrecuencia (solo un 2% de los casos aproximadamente).
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Otros compuestos. Se han aislado algunos otros componentes en los cálculos urinarios, pero suelen ser casos muy raros.